martes, 31 de marzo de 2015

POR UN ESTADO LAICO
Si quieren creer que crean, si quieren rezar que recen, pero que no intenten imponer sus ideas ni que paguemos sus gastos.
Cada día es más difícil avanzar frente al poder de la iglesia. Debe dar votos porque todos los políticos se apuntan a las celebraciones religiosas cuando hay fotografías.
Rouco les puso firmes y nadie ha tocado descanso.

                        


            Estamos en un país laico pero es difícil de aceptar con tantas vírgenes y santos en procesión estos días. Un país laico que hace girar los trimestres de los alumnos en función de unas fechas impuestas por la iglesia católica y que parten por la mitad el ritmo lectivo. La segunda evaluación acabó antes de semana santa, cada año con sus fechas móviles, y la primera dos semanas antes de navidad. Somos un país laico donde hasta el calendario vacacional lo marcan los hechos relevantes de la vida religiosa. No hablo ya de otras festividades que adornan nuestro calendario.
            No conformes con ello intentan convencernos que solamente hay unas verdades, una ética y una forma de pensar: LA SUYA. No intentan que se respeten sus creencias sino que desean imponer a los demás lo que para ellos son dogmas. El tema del aborto, las clases de religión, la exención de impuestos, el apoyo indiscriminado a los colegios religiosos (cumplan o no la ley), el pago a los curas de un salario, la presencia de nuestros políticos en actos religiosos que no tenían por qué serlo… Mil casos de abuso de historia y de poder que, al igual que con el ejército, nadie se atreve a poner en evidencia.
            Ellos, como el ejército, también tuvieron una jurisprudencia especial porque, donde va usted a parar, no se puede comparar a un cura o a una monja con un seglar. ¡Arreglados estaríamos!
            Han adornado la historia de tal manera que tenemos el santoral completito, a la virgen en su esplendor y a un crucificado haciendo de mártir para salvarnos.
-         Elías, murió también por ti. Eres un desagradecido si piensas que lo imputaron (está de moda) y condenaron por delitos contra el estado (murió entre dos ladrones igualmente imputados y condenados).
Ya sé que muchas ciudades viven de este turismo y que desean mantenerlo siglos y siglos. Ya sé que hay creencias que ayudan a soportar los sinsabores y a mirar al más allá cuando acá no encontramos soluciones.  Pero todo debe quedar dentro del respeto a los otros, a los que no creen, a los que defienden un estado laico de verdad.
Rouco descansa en su ático de pobreza, a la luz de la luna creciente, porque sabe que los años no conseguirán arañar sus hazañas.

            

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